El yacimiento arqueológico del Malpaís de Arriba,
situado en el valle de Agaete, acoge en su interior una gran necrópolis
aborigen. Se trata de uno de los enterramientos tumulares prehispánicos más
representativos de la isla de Gran Canaria.
El yacimiento ocupa una superficie de 250.000 m2,
ubicándose en una corriente lávica del valle de tipo “AA”, a lo largo de seis
montículos formados por la propia colada del malpaís, resultado de las
erupciones emitidas por los volcanes de Los Berrazales y el Hondo de Fagagesto
hace unos 3.000 años.
Existen varios agrupamientos de túmulos funerarios
construidos con piedras volcánicas de diversos tamaños. Cuenta con cerca de 700
enterramientos tumulares, aunque originalmente la necrópolis poseía unas
proporciones mucho más extensas y un aspecto más compacto en su extensión. Sin
embargo, en la actualidad el yacimiento se encuentra dividido en 5 sectores,
siendo los más destacados los siguientes:
- El sector A: es la zona de la necrópolis más amplia, que alberga 478 túmulos, conocidos como de “torreta o de gradas”.
- El sector B: la segunda zona tiene un número menor de túmulos, pues sólo posee 195, aunque se encuentran en un estado de conservación considerablemente mejor frente a los otros dos sectores.
- El sector C: existen 44 túmulos junto con posibles viviendas, que todavía no han sido identificadas con exactitud.
Las dimensiones de los túmulos no son igualitarias,
sino que su tamaño varía hasta alcanzar un máximo de 5 metros de diámetro y
1´70 metros de altura. Existen dos tipos de plantas, siendo circulares o
elípticas, y varios tipos de túmulos:
- Túmulos cilíndricos con una pequeña torre superpuesta.
- Túmulos de forma troncocónica.
- Túmulos de forma cónica.
- Túmulos cilíndricos sin torreta.
- Túmulos de casquete esférico.
Las diferencias en el tamaño y la complejidad de las
sepulturas podría ser el símbolo de las desigualdades sociales entre los
aborígenes canarios. Los enterramientos cuentan con cistas o nichos de piedra,
y algunos poseen piedras de color rojizo.
A lo largo de los años, el yacimiento ha sufrido
numerosos daños, como la construcción de un campo de fútbol aledaño, que
destruyó buena parte de los túmulos. También ha sido objeto de atentados,
expolios y saqueos, como el robo de esqueletos, que forman parte de colecciones
ocultas de particulares.
No obstante, con el paso del tiempo, esta situación
ha ido mejorando en la medida de lo posible, ya que los terrenos sobre los que
se asienta el yacimiento del Malpaís de Agaete son de propiedad privada, salvo
los sectores A y D, que son propiedad pública.
En el año 2004 se iniciaron las obras de
reconstrucción y rehabilitación, que se han prolongado por un espacio de tiempo
de cuatro años, con el objetivo de dotar al yacimiento de una serie de
infraestructuras, que garanticen su conservación y difusión al público.
Estos trabajos han culminado en la construcción del
Parque Arqueológico, que contempla un proyecto museográfico, la construcción de
una red de senderos señalizados que explican la función del espacio, así como
la restauración y estudio de las estructuras funerarias. Gracias a estas
medidas, se garantiza la conservación de las estructuras funerarias y se logra
la protección y divulgación de este yacimiento aborigen.
Por ello, les invito a conocer uno de los
yacimientos arqueológicos funerarios más representativos de nuestra isla,
inaugurado recientemente y quizás por ello menos difundido o conocido. Visitarlo
sólo cuesta 2 euros y con la compra de la entrada se contribuye a la conservación
del yacimiento. ¡Anímense y vengan!
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