sábado, 16 de noviembre de 2013

Barranco del Draguillo: propuesta para BIC



El Barranco del Draguillo constituye una frontera natural entre los municipios de Telde e Ingenio. El cauce del barranco, profundo y estrecho, tiene un recorrido de unos 10 kilómetros, discurriendo de este a oeste, y desembocando en la playa de Ojos de Garza.

Barranco del Draguillo


Su curso se localiza en el sector norte de la Rampa del Este de Gran Canaria, que se haya integrado por los barrancos de Las Vacas, Guayadeque, La Sierra, El Tabuco y El Draguillo. Cabe destacar la proximidad al campo volcánico de Lomo Magullo o Rosiana, como también se conoce.
Cauce del barranco
 

El barranco separa los dos ambientes climáticos de la isla, lo que determina la presencia de especies vegetales propias de uno y otro ámbito, lo que contribuye a potenciar la biodiversidad del paisaje vegetal.

El Barranco del Draguillo secciona por el norte la rampa del Este de Gran Canaria, formada por materiales volcánicos de naturaleza básica (basaltos). Durante las fases eruptivas del Ciclo Post Roque Nublo y el Ciclo Reciente, se emitieron fluidos lávicos que culminaron su trayectoria en el litoral de Gando.
Pared del barranco


El Barranco del Draguillo se circunscribe a la edad geológica reciente. Pertenecientes a este ciclo, se detectan una serie de conos volcánicos o edificios de tefra que conforman un conjunto volcánico de alineación noroeste-sureste. Entre ellos cabe señalar El Gamonal, Montaña Talayuela, Montaña del Águila, Topino, Cuatro Puertas, Malfú, La Caldereta de Ingenio, y otros de toponimia indefinida.
Vista desde la montaña de Topino


La presencia de agua, los suelos aptos para la agricultura, la vegetación para alimentar al ganado y las numerosas cuevas de habitación y enterramiento, proporcionaron el hábitat idóneo para el asentamiento de los grupos aborígenes de Gran Canaria.

Las cuevas constituyeron el tipo de vivienda más habitual, ya que garantizaba la defensa colectiva del grupo al estar situadas en lugares poco accesibles y muy estratégicos. Las cuevas se encuentran agrupadas, formando pequeños núcleos de población en la parte más elevada de algún cantil. Destacan dos poblados: el Barranco del Castil y La Audiencia. Las cuevas destinadas al enterramiento se localizan en lugares recónditos e inaccesibles, alejadas de los poblados.
Cuevas


El paisaje vegetal de El Barranco del Draguillo es consecuencia de las características climáticas de la isla y de las propiedades edáficas del sustrato en el que se asienta la masa vegetal.

Existe una gran variedad florística, aunque algunas especies son comunes en todo el curso: el incienso moruno (Artemisa canariensis), el mato risco (Lavandula canariensis), la vinagrera (Rumex lunaria) y el tajinaste blanco (Echium decaisnei).
Tajinaste blanco


Curso abajo, encontramos otras especies vegetales, como los acebuches y las palmeras (Phoenix canariensis), que conforman un bosquete de ambiente climático termófilo. También algunos pinos (Pinus canariensis) y dragos (Dracaena draco). En el curso medio del barranco, se localizan malvas (Lavatera acerifolia), col de risco, giraldas (Kickxia scoparia), balos (Plocama pendula) y algún ejemplar de dama (Parolinia ornata).

El Barranco del Draguillo es un espacio idóneo para el desarrollo de diversas especies faunísticas, ya que aquí encuentran el hábitat natural y el refugio adecuado. Cabe destacar la variada presencia de aves, como el cernícalo (Falco tinniculus), el cuervo (Corvus corax), el aguililla (Buteo buteo insularum), el búho chico (Asio otus canariensis), el canario (Serinus canaria), el mirlo (Turdus merula cabrerae), etc. Entre los reptiles destacan los lagartos (Gallotia simonyi stehlini), las lisas (Chalcides sexlineatus) y los perenquenes (Tarentola delandii boettgeri).

Lagarto de Gran Canaria


En el Barranco del Draguillo se han desarrollado actividades económicas primarias. Tanto el cauce como la zona próxima al mismo han estado sometidos al pastoreo. Cuando el agua comenzó a escasear se recurrió a su búsqueda en el subsuelo, lo que explica la presencia de numerosos pozos y galerías. Junto a los pozos se construyeron bancales para el cultivo de hortalizas y frutales, aunque en la actualidad se encuentran abandonados.


Valoración
El Barranco del Draguillo conforma un paisaje de gran belleza natural y cultural. Esta zona posee una serie de valores ambientales, naturales, históricos y culturales que merecen ser elevados a la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC). Para sustentar esta propuesta destacaremos los componentes de la zona, sometiéndolos a un análisis riguroso con el objetivo de destacar su importancia patrimonial.

Estructuras geomorfológicas

Se destaca la singularidad de los materiales geológicos, cuya antigüedad se remonta al Plioceno (2.8 ma), época en la que se inician las emisiones volcánicas del ciclo Post Roque Nublo en la zona de El Barranco del Draguillo. 

Los últimos episodios volcánicos en Gran Canaria se registran en el Ciclo Reciente, cuyo inicio comenzaría con el final del Ciclo Post Roque Nublo y se prolongaría hasta el siglo XI a.C. Es en este periodo cuando tiene lugar la configuración actual de la isla y el surgimiento de La Isleta.

Por tanto, se ha de valorar la singularidad de los materiales geológicos, no sólo por su clara impronta en el paisaje que lo rodea, sino por su importancia en la configuración de la isla, especialmente de la zona norte y centro de la misma.

Flora

El Barranco del Draguillo constituye un ecosistema natural que engloba en su interior abundantes endemismos canarios y macaronesicos. El paisaje vegetal es consecuencia de las características climáticas y de las propiedades del suelo de la zona. Su valor radica en su diversidad y riqueza y en la importancia que la misma tiene en la supervivencia de la fauna del lugar.

Fauna

La fauna es muy rica debido a la diversidad de especies, tanto autóctonas como foráneas, que basan su desarrollo y supervivencia en el ecosistema que los rodea. El Barranco del Draguillo se alza como un enclave natural: las aves anidan en las grietas o fisuras de los escarpes y realizan sus paradas migratorias en este entorno.

Además, en la zona existen ciertas especies vulnerables, como el cuervo (Corvus corax tingitanus) o el aguililla (Buteo buteo insularum); y otras que poseen un interés especial, tales como el vencejo (Apus unicolor), el mosquitero común (Phylloscopus collybita canariensis), el herrerillo común (parus caeruleus) o la curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis).

Etnografía

En la actualidad persisten algunos pozos, pocetas y galerías, aunque en muy mal estado de conservación. Como consecuencia de la progresiva modernización de la economía agrícola y ganadera se ha producido un abandono, deterioro e incluso destrucción de estos medios de producción hidráulicos. Ello conlleva la pérdida de un patrimonio etnográfico, testigo de la explotación humana en la zona con el objetivo de abastecerse de agua.

De acuerdo con lo establecido en el artículo 73 de la Ley 4/1999 del 15 de marzo de Patrimonio Histórico de Canarias, se alega que: “El patrimonio etnográfico de Canarias está compuesto por todos los bienes muebles e inmuebles, los conocimientos, técnicas y actividades y sus formas de expresión y transmisión, que son testimonio y expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo canario”.

Entre los elementos que integran el patrimonio etnográfico se encuentran aquellos “Utensilios, objetos y herramientas que forman o han formado parte de la producción tradicional ligada a la artesanía, agricultura, ganadería y pastoreo, pesca, caza, y el transporte, acarreo y comercio”.

Arqueología

Encontramos diversos enclaves en cueva, tanto naturales como artificiales y utilizados por los antiguos canarios como lugar de habitación, enterramiento y almacenamiento. Entre los yacimientos que merecen una declaración patrimonial se encuentran los siguientes:
 
  1. Cuevas del Draguillo: conjunto de cuevas con finalidades muy diversas: habitación, funerarias, almacenamientos, etc. Destacan las manifestaciones rupestres, un antropomorfo y un geométrico.
  2. Cañada Morisca: conjunto de cuevas artificiales y naturales, donde se ha descubierto restos líticos y óseos, así como grabados rupestres. 
  3. Cuevas de Juan Tello: conjunto de cuevas artificiales empleadas como hábitat, lugar de enterramiento y granero. Se han hallado restos óseos, instrumentos líticos y cerámica de los antiguos canarios. 
  4. Cuevas de La Audiencia: conjunto de cuevas naturales y artificiales, destinadas al almacenamiento del grano (silo) y al enterramiento. Se ha descubierto industria lítica y cerámica aborigen. 
  5. Cuevas del Puntón de los Guirres: conjunto de cuevas naturales de enterramiento, donde se han encontrado instrumentos líticos y restos humanos.
 
Todas estas zonas descritas deben ser elevadas a la categoría de Bien de Interés Cultural, según lo establece el artículo 62 de la Ley 4/1999 del 15 de marzo de Patrimonio Histórico de Canarias: 

  •  Con la categoría de Zona Arqueológica: “Todos los sitios, lugares, cuevas, abrigos o soportes que contengan manifestaciones rupestres, los cuales deberán delimitarse con arreglo a lo dispuesto en el artículo 26 de esta Ley”. 
  • Con la categoría de Bien Mueble: “Todas las momias, fardos y mortajas funerarias pertenecientes a las poblaciones prehispánicas de las islas Canarias, cualesquiera que sean su actual ubicación y estado de conservación; así como todas las colecciones de cerámicas, incluidos ídolos y pintaderas, existentes en Canarias, y los utensilios líticos, objetos de piel y madera o hueso, malacológicos, los pecios y aquellos otros fabricados en materia vegetal”.
 
En consecuencia, se propone una zona de protección para el conjunto global del medio natural del Barranco del Draguillo y para aquellos sectores de la zona que presentan un especial interés cultural, científico o histórico.

El objetivo de esta delimitación no radica en la mera declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Se pretende generar una documentación detallada y exhaustiva de los bienes, originando la investigación de los mismos. Además, se ha de promover su conocimiento y valoración por parte de los ciudadanos, a través de la educación y difusión, para así hacer estos bienes accesibles, tanto física como intelectualmente.

Por otra parte, se hace necesaria una rápida actuación sobre el medio natural del Barranco del Draguillo, ya que la zona se encuentra en un estado de conservación malo. Tanto el patrimonio etnográfico como el arqueológico se encuentra amenazado, tal y como lo demuestra el abandono de las obras hidráulicas, y el mal uso de las cuevas por parte de los cazadores del lugar.

De esta forma, se propone una zona de protección para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) en las siguientes categorías: 

  • Sitio Histórico: es el lugar o paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la naturaleza y a obras del hombre que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico. 
  • Zona arqueológica: lugar o paraje natural susceptible de ser estudiado con metodología arqueológica. 
  • Sitio etnográfico: lugar que contiene bienes muebles o inmuebles representativos de los valores propios de la cultura tradicional o popular.
 
Zona de delimitación del Bien de Interés Cultural (BIC)

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario