Gif animado del Parque de San Telmo

El Parque de San Telmo, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, jugó un papel crucial en el pasado de nuestra isla. Situado junto a la muralla norte de la capital, el parque se convirtió en un centro de llegada de comerciantes y navegantes extranjeros.

Y es que el primer muelle de la ciudad fue el de San Telmo, que con posterioridad (siglo XIX) sería abandonado debido a las malas condiciones para el atraque, construyéndose así el Puerto de La Luz y de Las Palmas en La Isleta. Aunque ambos puertos convivieron durante algún tiempo, finalmente el primero de ellos desapareció.

En dicho parque se encuentra la Ermita de San Telmo, fundada en el siglo XVI y destruida a finales del mismo por la invasión pirática de Pieter van der Does. Su reconstrucción comenzaría en el siglo XVII de la mano de la “Confraternidad de Mareantes de San Pedro González Telmo”. En la actualidad ha sido bautizada como la iglesia parroquial de San Bernardo, ostentando el título de Bien de Interés Cultural (BIC).

Avanzando en el tiempo llegamos al Modernismo y destacamos tres de los elementos arquitectónicos que conforman el Parque: 

• El quiosco-cafetería proyectado por Rafael Massanet y Faus en 1923, un edificio de planta octogonal, cúpula ligeramente apuntada y bellos azulejos y mosaicos.
• El quiosco que actúa como oficina de información y turismo, situada al otro extremo del parque, y construido en 1926 por Eduardo Laforet. Destaca su cúpula cubierta de azulejo esmaltado, las columnas que rodean la planta octogonal y que soportan unos arcos de tipo gótico.
• El quiosco de la música, situado en el centro del parque, y del que resaltan los arcos que rodean el techo, la forja de las barandillas, la lámpara central y los numerosos detalles del interior.

Ya en el siglo XX destaca el quiosco situado en un lateral de la ermita y propiedad de Bernardo Valls, un comerciante que llegó a Canarias desde Alicante en 1939. Antes de que se construyera el quiosco, Valls se paseaba por la zona con el “Carrillo Monerris”, hasta que en 1964 logró levantar el “Quiosco Bernardo”, una estructura de madera con varios ventanales y coronado con una caperuza del mismo material.